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El futuro del trabajo depende de nuestro body language «digital»

Aunque suene paradójico, el mundo digital también posee un lenguaje no verbal a menudo difícil de interpretar.

Cada día más nuestro trabajo se ha vuelto digital, pero nuestros estilos de comunicación han quedado obsoletos.

La autora Erica Dhawan habla en su libro de la necesidad de construir conexiones y confianza en el ámbito laboral, sin importar la distancia geográfica.

Digital Body Language: How to Build Trust and Connection, No Matter the Distance es el título del libro que lanzó en 2021 y que recoge consejos prácticos para mejorar en una área donde muchas personas fallan: la comunicación digital.

Pero esta no es la primera incursión de Dhawan en esta materia. Anteriormente ya había publicado un par de artículos que, en tono de humor, pretenden echar por tierra los clichés sobre la comunicación digital. El primero se titula “Why the Hybrid Workforce of the Future Depends on the ‘Geriatric Millennial’ y el segundo, presentado como un artículo de opinión en el The New York Times, lleva por título “Ignoring a Text Message or Email Isn’t Always Rude. Sometimes it’s necessary.

"Durante mucho de tiempo confiamos en el lenguaje corporal informal como una forma de desarrollar un entendimiento compartido" dice Dhawan y continúa "Crecimos aprendiendo las reglas básicas del lenguaje corporal, pero no las del lenguaje corporal digital. No hay un libro de reglas, así que hemos cometido muchos errores."

A continuación podéis leer una versión resumida de una entrevista a Erica Dhawan sobre este tema.

¿Crees que la crítica constructiva siempre debe darse por teléfono para evitar malas interpretaciones?

Las investigaciones demuestran que, hasta el 50% de las veces, el tono puede malinterpretarse en la comunicación digital escrita. Cuando veo a alguien frente a frente o escucho el tono de su voz, puedo saber si está a punto de llorar o está emocionado. Perdemos muchos de estas señales tradicionales cuando enviamos un email. Recomiendo descolgar el teléfono o tener una breve reunión por videollamada o en persona y compartir comentarios en base al trabajo, no a la persona. Empieza hablando de los aspectos positivos antes de abordar aquello que no está funcionando bien y por qué. Este tipo de comentarios no tienen que ser simplemente una devolución en relación con lo que ya está hecho, sino que también tienen que invitar a la acción, por lo cual siempre incluyo dos tareas para hacer la próxima vez.

Tu libro menciona tres leyes del lenguaje corporal digital: valorar de manera visible, comunicarse de manera consciente y colaborar con confianza. ¿Cúal de estas leyes deben priorizar los gerentes?

A la comunicación consciente, sin duda. Unas buenas habilidades de comunicación digital son esenciales para que una persona sea reconocida como de alto rendimiento, que reciba apoyo y que reciba un ascenso en tiempo de recesión. Las personas quieren a alguien que sea un maniático de la claridad para saber qué es lo que hay que hacer, como hay que hacerlo, y después poder materializarlo.

¿Crees que  los gerentes hacen lo bastante para garantizar el bienestar psicológico de sus empleados?

No, no creo que estén haciendo lo bastante. Esta es una gran oportunidad para que todos gestionemos mejor nuestro bienestar psicológico. En el pasado forjábamos relaciones de confianza a partir de las señales del lenguaje corporal durante el tiempo que pasábamos conversando en los pasillos o en las charlas breves durante los descansos. En un mundo híbrido, los líderes tienen que generar estos momentos de compañerismo con regularidad, sin importar la distancia. Tenemos que aprovechar esta oportunidad para fomentar los descansos para el café híbridos y así crear un entorno de confianza y bienestar psicológico.

¿Que lenguaje corporal tradicional de las generaciones anteriores deberían adoptar los millenials y la Generación Z?

Los profesionales experimentados pueden enseñar a los más jóvenes a dominar el lenguaje corporal tradicional, porque recuerdan un mundo en el cual podías leer la vacilación del cliente en su rostro durante una reunión presencial o cuando podías darte cuenta, gracias al contacto visual, que era momento de adoptar un enfoque diferente en tus interacciones.

¿Y al revés? Que lenguaje corporal digital deberían adoptar las generaciones más mayores?

Aprender cuando enviar un mensaje de Slack, un mensaje de texto o un email en lugar de descolgar el teléfono, y comprender la diferencia! Aunque prefieras ver la cara de todos en una videollamada, los más introvertidos suelen expresar mejor sus ideas por escrito que hablando, y les resultará más fácil comunicarse por Slack o emails que durante una reunión. No supongas que no son participativos. Entiende que ellos se expresan de manera diferente. Acostúmbrate a salir de tu zona de confort. Tienes la oportunidad de ser más inclusivo utilizando todos estos canales, en lugar de solo contar con el lenguaje corporal presencial. Incluso este tiene un intenso sesgo de proximidad porque, por ejemplo, tendemos a escuchar más atentamente a los que tienen una voz más grave, a los que son más altos, o a los que representan a la mayoría en la sala o que hablan con el acento de la mayoría. Y muchos de estos sesgos se pueden eliminar con la comunicación digital, si la utilizamos correctamente.

¿Estan los gerentes preparados para asimilar todos estos cambios en el mundo laboral?

Creo que todavía estamos en el Salvaje Oeste. Solo llevamos dos años de esta transformación masiva. Será necesario preguntarnos cuál es el riesgo de no dominar una cultura de comunicación digital efectiva. Los gerentes tienen que tomarse en serio el lenguaje corporal digital.



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