Muchas veces el problema para posicionar una web no está tanto en su contenido sino en la tecnología que hay detrás.
Optimizar el código, mejorar las interacciones con la base de datos o simplemente cambiar el alojamiento por uno de calidad puede suponer un salto en el rendimiento de tu página web que los buscadores como Google reconocerán otorgándole un mejor posicionamiento.
Tienes la sensación de que tu web va demasiado lenta.
Quieres mejorar el posicionamiento de la web pero no te has preocupado de mirar, por ejemplo en PageSpeed de Google, la velocidad de carga de tu web.